En la actualidad existen demasiadas personas que se autoperciben y se presentan como "poetas" y están convencidos de serlo, quizá porque son personas "sensibles" a su parecer, profundas o muy originales (a su parecer), relacionando esas cualidades con la manifestación poética. 

Por fortuna, y a la vez por desgracia, no existen acreditaciones oficiales, como licenciaturas o cursos, que al terminarles se dé el título de poeta. O sea que alguien puede ser llamado Licenciado Ricardo, Doctor Ricardo, Ingeniero Ricardo, pero nadie puede ser llamado Poeta Ricardo; aunque este asunto parezca insignificante, "poeta" no es un título, aunque hay gente que escribe "Poeta" con inicial mayúscula. Lo correcto sería decir por ejemplo: "el poeta Ricardo". 



Preámbulo anecdótico 


Con lo antedicho me asomo a tantos errores que no pienso mencionar, solo unos cuantos. Resulta gracioso, acaso, que incluso existan universidades que no prestan atención a los reconocimientos impresos que dan a sus invitados escritores, escribiendo Poeta, como si fuera un sobrenombre o un atributo divino (es semichiste). Los sobrenombres y atributos divinos como Señor, Redentor, Santo, etcétera, sí se escriben con inicial mayúscula, igual que los apodos. 

Es chistoso porque es cierto, no quiero decir que me ha pasado, o tal vez sí. Imaginemos que me ha pasado: una universidad, o tal vez dos, me han dado un reconocimiento en papel que dice Poeta Alí Benítez, y entonces, naturalmente, valga la gracia, me siento ensalzado. Solo que cometen un doble error, no solo el del mal uso de las mayúsculas, sino del uso erróneo del adjetivo hacia un escritor dañado como yo, quien no alardea de ser poeta, sino por el contrario... (hay una ruta casi contraria, pero paradójica; pero eso es otro tema).  

Aunque esté trillada esta frase: yo escribo desde niño. Desde niño leo, y fui "víctima" de un bombardeo de gustos musicales, y por diversas causas y factores, antes de saber qué era la poesía: ya la amaba. Sin hacer el cuento largo, creciendo descubría poetas que me ayudaron a forjar mi identidad, aunque no necesariamente mi lenguaje. ¿Por qué cuento esto? Por que me di cuenta de que los poetas de verdad son fáciles de reconocer, sean atractivos con su poesía o no, hay cierta identificación rápida. 

Rápidamente se puede identificar a un poeta, también se puede identificar al instante a una persona que no lo es; sino que es, sencillamente, sin ánimo de ofender ni de menospreciar, una persona desinformada al respecto. 

Últimamente soporto interacciones en Facebook, en las que prácticamente todos los etiquetados en memes u otras publicaciones se adjetivan como poetas. De manera que, si fuera cierto, existen tantísimos poetas que la poesía no se da abasto y la sociedad humana ya está en otro nivel... 




Cada uno de estos memes (elegí tres al azar, diario circulan miles) los podría analizar uno por uno, pero no es el caso. Vamos a lo que nos truje Chencha: cómo saber si eres poeta o un desinformado.


Cómo saber si eres poeta o un desinformado

Antes que nada, lo primerito, quiero dejar bien en claro que, yo estoy desinformado de millones de temas que existen en el mundo, y no existe una sola persona, por muy inteligente y letrada que sea, que no esté desinformada de muchas cosas. Con esto, de hecho, entramos a la que puede ser la primera señal de que eres un desinformado
  1. Significado equivocado (de tus expresiones). Empleas palabras bajo una connotación popular que te contagiaron. Por ejemplo, hay gente que dice "ocupo ir al baño", usando la palabra "ocupo" como sinónimo de "necesito". Puede ser que tú seas un escritor valioso, incluso con cierta sustancia poética, pero escritor NO ES SINÓNIMO de poeta, así que no te confundas. Para no ser un desinformado, como es lógico, tienes que informarte, nunca te conformes con cómo la mayoría percibe algo, investiga. No es raro que las mayorías tiendan a la ignorancia, esa parece como una pandemia permanente, pero como enfermedad no es incurable; se cura, incluso, con un poco de curiosidad proactiva. 

  2. Amas tu libertad creativa irreflexivamente. Amar la libertad a la hora de crear suele ser una sutil autojustificación, pues empleamos "la libertad" como la "no imposición" de reglas que nos limiten. Ojo ahí. Es como en la vida real, tu libertad no te da el derecho de orinar impúdicamente en público por ejemplo. Si realmente tienes intenciones de ser poeta, debes saber que tu libertad creativa seguirá siendo libertad pero con ciertas condiciones necesarias, para que el resultado sea el arte de la poesía, con suficiente validez. 

  3. La falta o ausencia de autocrítica. Está muy relacionado a eso de amar la libertad creativa en modo de autojustificación de una, tal vez no detectada, mediocridad ante el género poético, pues puedes llegar a creer que tus textos deben ser totalmente naturales, originales y sin edición alguna, pues de lo contrario perderían su esencia. Gardner Botsford acertó al decir: "Los buenos escritores se apoyan en los editores; no se les ocurriría publicar algo que nadie ha leído. Los malos escritores hablan del inviolable ritmo de su prosa". Esta afirmación dicha para los escritores, debería captar particular atención en los que pretenden lograr poesía, pues es un género de excelencia, de cuidado y de respeto si se va por esa línea. 

  4. Desconoces aspectos técnicos. Si no sabes lo que es el fondo y la forma, el ritmo, la musicalidad, la métrica. Si no sabes cómo se escribe un soneto o un haiku, lo siento, pero obviamente no estás informado de la materia literaria de la poesía. Aunque un carpintero no necesite un título para ser carpintero, y tampoco un poeta necesite un título para ser poeta, sí se necesita saber trabajar con las herramientas y métodos precisos. Un carpintero sabe medir, sabe cortar, sabe pulir, aunque no tenga una formación académica de carpintero, si no sabe hacer bien las cosas, si ni siquiera conoce sobre maderas y herramientas, entonces no es carpintero. Saca tus conclusiones. Ahora bien, hay gente que sabe todo, o algo, sobre carpintería, pero le da miedo o pereza trabajarla, así que esas personas tampoco son carpinteras. Saca tus conclusiones. Cabe mencionar, que así como cuando un aprendiz de algún oficio no puede ser llamado experto, y así como alguien que va en primer semestre de la carrera de comunicación, no puede ser llamado comunicólogo, pues tampoco una persona que apenas va aprendiendo sobre poesía puede ser llamada poeta.

  5. No puedes nombrar varios poetas trascendentes ni sus obras. Si no sabes más que de unos cuantos poetas que según tú son grandes poetas, pero tampoco conoces sus obras completas, entonces eres un desinformado. Este aspecto puede resultar un poco más subjetivo, pues la poesía no está condicionada por el nivel de conocimientos históricos o intelectuales, por decirlo así, sino sencillamente por otros aspectos más elementales que la hacen ser un género y no un fenómeno catártico que se da porque sí, como cuando dan ganas de hacer pis. 

  6. Tienes cliché en tus textos o eres predecible. Se nota desde lejos cuando alguien desconoce lo qué es la poesía y la confunde con acumular frases simplonas y cliché. "Bajar la luna y las estrellas", "Eres hermosa como una rosa", "Te quiero más que a todo en esta vida", "Mi corazón late por ti", "Recorro tu piel lentamente", "Quiero robarte un beso", y un larguísimo etcétera, son frases tan ordinarias, o trilladas, pues algunas frases en su momento (pasado) sí tuvieron impacto y calidad poética, pero luego se repitieron hasta devaluarse y hacerse predecibles. 

  7. La falsa humildad. Hay autores que desde el principio de sus "poemas" ya están informando cosas como "Tal vez no encuentre las palabras precisas". Eso es casi como una especie de victimismo ante el lenguaje, es decir, "soy un poeta por lo que siento, aunque no lo pueda decir con palabras humanas". En otro contexto, pero en la misma frecuencia, hay autores que optan por deslindarse de llamarse poetas directamente, pero de todos modos hacen referencia de que hay muchas personas que lo consideran poetas, asomando ahí una falsa humildad, y en ocasiones incluso un abuso de la ignorancia generalizada acerca del género de la poesía. 

  8. La ausencia de imágenes. Cuando leemos una frase como "El día se suicida tirándose al mar", notamos una imagen poética, algo se forma en nosotros, en nuestra imaginación. Pero cuando leemos una frase como "Yo no sé por qué la gente camina, si todos tenemos algo en común", sencillamente notamos algo sin sentido a secas. En el leguaje poético la contradicción, o el rompimiento de la lógica del lenguaje cotidiano, son buenos elementos, pero el sinsentido a secas nos habla de un leguaje hueco, para nada poético. 

  9. La versificación forzada. Hay una fanpage (Lufloro Panadero) que hace muy buenos memes sobre eso, sobre "el rayo versificador", refiriéndose a la tecla Enter. Las personas que escriben intentos de poemas suelen desconocer cómo puede ser un verso, y aunque la idea no es ser extremadamente estrictos, lo cierto es que se abusa del rayo versificador, logrando solo frases sueltas y sin fuerza poética, absurdas. 

  10. Piensas que TODO es poesía. Es gracioso porque es cierto, hay personas que piensan que todas las cosas en la vida son poesía, y pensar así parece inofensivo, voluntariamente es inofensivo, pero involuntariamente se está propiciando literalmente que a cualquier cosa se le denomine poesía, tal como algunas expresiones de arte conceptual, como cuando se tiraron unas gafas en un museo y la gente le tomaba fotografías pensando que era una obra. Así, ahora cualquiera escribe cosas sin sentido dándole Enter a cada frase y se le considera poeta. 
Es totalmente cierto que hablar de quiénes son poetas y qué es la poesía tiene infinidad de subjetividades, no lo podemos definir nunca con precisión, pero sí podemos percibir cuando algo está demasiado simple y no se puede saborear. Así que, antes de preocuparte por saber si eres poeta o no, mejor verifica si no estás desinformado en un nivel alto, es decir, que teniendo a tu alcance los recursos para aprender e informarte, prefieras autojustificar tu falta de propuesta con alguno de la amplia gama argumentos ingenuos que existen al respecto. 

No tiene nada de malo escribir sin pretensión de ser poeta, pero llamarle poesía a cualquier texto por muy sincero y valioso que sea, puede resultar ridículo o una temeridad ofensiva, una insolencia para, quizás, el género más hermoso de la literatura.